la rosa más bella

Cada amanecer es único, pues siempre hay algo que lo hace distinto a
los demás. La dirección del viento, la ubicación donde se vislumbra,
los seres que nos rodean, nuestro sentir, nuestra edad, una formacion
de nubes, el desayuno, en fin cada elemento de este universo hace
distinto cada amanecer. Sin embargo, hay un amanecer en especial que
les quiero contar.

Una fresca mañana a mediados de noviembre del año pasado, cuando los
pájaros cantaban, mientras se asomaban los primeros rayos de sol, se
dio un destello de vida en uno de los arbustos más viejos del Vívero
Milagros. Los dueños de aquel vívero creían que de aquel arbusto que
se había plantado hacía ya cuatro años, nunca saldría una rosa, todos
los años tenían la esperanza de ver el nacimiento de una. Pero siempre
terminaban descepcionados. Sin embargo, esta vez el destino les había
deparado una grandiosa sorpresa, tendrían la dicha de tener la rosa
mas bella que jamás había existido.

Los dueños ya le habían pedido al jardinero la noche anterior, que esa
precisa mañana quitará el arbusto, pero cuando se acercó con la pala y
el machete, dejó caer las herramientas y sorprendido se arrodilló ante
él, pidiéndole perdón por lo que había planeado hacer. De inmediato se
levantó y fue corriendo hablarle a los dueños, ellos sorprendidos
fueron de prisa a observar aquel acontecimiento. La primera y única
rosa roja que aquel rosal daría, estaría ante sus ojos cuando
levantarán la cosecha en marzo. Aunque estaban emocionados por ver que
el arbusto había dado el nacimiento de una rosa, dudaban que realmente
la rosa pudiera llegar a ser bella, si nunca había dado una rosa, la
primera, tal vez se secaría antes de la fecha del corte. Sin embargo,
el jardinero estaba maravillado por ser testigo de tal milagro, así
que decidió cantarle y regarle como a su propia hija por los
siguientes cinco meses, dándole todo su amor y cariño.

Pasaron los meses, y la rosa crecío de manera distinta a las demás, su
desarrollo fue muy lento, pero faltando dos semanas antes del corte,
su crecimiento se volvió exponencial. Cuando llegó la fecha, el
jardinero vio que la rosa más bella del vívero era la que estaba a
punto de cortar y decidió comprarla y llevarsela a su hija. Sin
embargo, cuando llegaron los recolectores para llevarse a las demás,
sin darse cuenta, se llevaron la de él. Se preparó a la rosa, se
distribuyó y entró en circulación.

Lo que haría más especial a esta rosa sería su final, pues aquella
noche de marzo mientras era cargada por un vendedor en uno de los
bulevares más importantes de la ciudad encontró su destino, sabía que
aquel hombre que la compraba, era por que amaba la esencia que ella
transmitía, esencia que ella bien sabía se encontraba en todas partes
y que era el origen de la creación. El vendedor, cuando volteo a ver
el ramo de rosas que traía para ofrecerle una al hombre, se dio cuenta
que una de ellas tenía un brillo especial que nunca había notado y
mientras acercaba su mano a ella, la rosa le cantaba al oído como el
pájaro le canta al árbol que le da hogar. La tomó con tanto amor y
felicidad, que cuando se la dio al hombre le dijo lo especial que era
esta rosa: - Es la rosa más bella de todas. El hombre sorprendido la
sostuvo y en ese momento hubo un destello de energía que emergió de la
rosa y que hizo estremecer al hombre de la felicidad que sintió su
ser. Sonrió y agradeció a la vida por el regalo que había recibido.
Sin embargo, a la rosa le esperaba una sorpresa, porqué el motivo por
el cual aquel rosal en comunión con el universo había decidido darle
vida, era porque había alguien tan única como aquella rosa, que
necesitaba recordar lo única que era, pues ella también había formado
parte de la diferencia de un amanecer.

El hombre llevo la rosa aquel hogar donde acogerían a este pedazo de
luz que iluminaría como el sol la iluminó a ella. Y fue así, como
aquel amanecer logró iluminar no sólo lo externo, sino también lo
interno de una persona.

Por eso, cuando llegue a tus manos una rosa, recuerda que su propósito
es recordarte que al igual que ella eres algo especial, y que tu
también fuiste parte de un único amanecer.