miércoles, mayo 18

la terminal

Vas en el asiento trasero de un automóvil tipo sedan, recargado en la puerta
derecha, con tu codo encima de la abertura de la ventana, sin embargo el
vidrio está hasta arriba. Tú mirada perdida en el espacio fija a una gota de
agua escurriéndose en diagonal sobre la ventana, observas como el caminar
de la gota es capaz de invitar a otras a unirse a su viaje, y acaban
deslizandose por la carroceria. Tu mente en blanco. Ya es noche, hay media
luna esfumada por un sabana de nubes. De pronto, como la chispa de una bujia
dentro de un piston provoca una serie de reacciones, un sentimiento dentro
de ti despierta a tu consciencia. Se pone el play, y la cinta comienza
avanzar, dentro de tú mente se corre una pelicula, tú pélicula, tú eres el
director, actor y escritor.

1era escena: Caminas entre árboles que apenas dejan traspasar unos cuantos
rayos de sol, tu mirada fija en el suelo, cargas con una mochila, la brisa
de la mañana te acaricia el rostro y tu brazo izquierdo,sonries y levantas
tú mirada a la punta de un árbol a unos veinte metros en frente de ti, hay
un hermoso pájaro de colores que nunca antes tú pupila habia visto. Quedas
asombrado, intrigado, detienes tú paso. Ríes tenuemente, y continúas tú
camino.

2da escena: Estás sentado sobre un escalón, tú mirada encerrada en una sola
idea; estar triste, de tus ojos nacen lágrimas, lágrimas que por tu
inclinación se escurren por tú nariz, y en tu punta se juntan para ambas
tomadas de la mano caer al infinito espacio emocional. Tus manos tomadas
entre si, recargadas sobre tus rodillas, tienen sudor del tiempo que las has
tenido sujetadas con fuerza, sin movimiento alguno. El sol que antes
iluminaba tu rostro súbitamente es bloqueado por alguien, vez una sombra
borrosa por las lagrimas en el suelo, sombra que poco a poco vuelve hacer
luz. Oyes su dulce voz, es un ángel, te toma de tus dos manos, se inclina
hacia a ti, con su mano derecha lentamente te levanta el rostro, y con su
dulce mirar te dice todo. Sonries, y con mucha ternura te seca las lágrimas.
Estas de pie, ries, y comienzas a caminar.

3era escena: Estas en el techo de un edificio de gran altura, puedes
vislumbrar toda la ciudad, esta anocheciendo, no hay viento que sople, ni
sol que te ilumine el rostro. Das un paso, enseguida subes un escalón,
escalón que te lleva a estar en la orilla del edificio. Tembloroso miras
abajo, sientes vértigo, tienes miedo, comienzas a sudar, comienza hacer
frio. Levantas tú cabeza, tu mirada en el horizonte, horizonte que esconde
los rayos del sol, ves su imagen, la recuerdas en ese instante, pones tu
mente en blanco, levantas tus brazos, te armas de valor, cierras los
ojos...transcurre el tiempo... saltas al olvido eterno, al no sufrimiento, y
de pronto sientes como de tu espalda hay una energía que emanas, son tus
alas, tus alas a la libertad, y comienzas a volar, sonries a la vida, y
vuelas a la eternidad.

La gota gorda de lluvia se estrella en la carroceria, empieza su viaje.
Mientras tanto, tú, dentro de ti la bomba de la vida, manda a todo el cuerpo
nueva sangre, nueva vida, te entregas a ella. Levantas la vista, el cielo se
despeja, es de día, el sol se libera, parpadeas... y sonries.

2 comentarios:

Evita21 dijo...

Sabes, me sorprende tu hablar y tu relato, me sorprende la capacidad de disfrutar de cosas tan simples, aún lucho por lograr sentir lo mismo frente a cosas que te rodean, aunque muchas veces me detengo a mirar el cielo y ver como las nubes poco a poco se mueven, cmo el tiempo va pasando sobre, al lado y en frente de mí, es increíble, aunque tengo una duda estos relatos que plasmas en tu blog de donde los sacas, ces que m sorprende la capacidad que tienes de rflejar tu sentir de esta manera tan peculiar, me agradó mucho, por momentos pensé que solo yo era la extraña.

Ulises Saldana dijo...

Gracias por expresarte tan bien del blog, y los relatos que he plasmado, algunos son relatos veridicos, otros como campos de algodon y la terminal son relatos que he creado para sentirme tranquilo, son relatos en los que transmito todas mis emociones que no logro entender en mi, los voy creando mientras escribo, los improviso, y es que al escribir me vuelvo el personaje y sólo me dejo fluir por la historia, todo sale de mi, y todo siempre con un buen proposito.