viernes, junio 10

un salto a la libertad

Ayer en una carne asada, lejos de mi hogar, en el rancho de un amigo, bajo
la luz de la luna se encontraba una prueba ante mí. Amarrado un cable a un
tubo a una altura aproximadamente de 5 metros, cerca de una pequeña
plataforma que permitía tomar un artefacto en forma de U que era parte del
sistema compuesto por una polea que se deslizaba por el cable cuyo extremo
opuesto estaba amarrado a otro tubo de menor altura (aprox 1 m), ambos
tubos separados por unos 50 metros. El escenario perfecto, para una prueba,
cuyo objetivo era enfrentar el miedo, por simple que parezca, el miedo es
uno de los enemigos que mas trabajo nos cuesta vencer, tanto así que muchas
veces cargamos con él a lo largo de muchas vidas.

Ahí me encontraba yo, parado en la plataforma, bajo mis pies: mis amigos
echándome porras, bajo el cable: yo y mis manos sudadas. Por más simple que
parezca, cuando el miedo está despierto en ti alimenta de tal manera la
mente, que cada segundo que pasa se vuelve más difícil lograrlo. Cedí ante
el miedo, bajé de la plataforma y me encaminé hacia mis amigos derrotado. De
pronto, en lo más profundo de mi ser despertó aquel ejército capaz de vencer
al miedo en todo momento, el amor a vivir. Decidí subir de nuevo a la
plataforma, y esta vez vencer al miedo. Dentro de mi ser, dos enormes
batallones luchaban a vida o muerte. Sujeté con fuerza el artefacto, y me
dije a mí mismo, "no importa lo que me pasé yo quiero vivir esto", y en ese
momento... salté a la libertad eterna, al abismo de ideas, a la felicidad, a
lograr mis sueños. Fue una de las experiencias que más me han dejado en los
últimos años, una experiencia que me dio fuerza para vivir con mayor
intensidad, para sonreír y para tocar el suelo y amar a la vida, gritar y
sacar de mí todos los miedos, vencer todo obstáculo, no tener nunca límites.

Fue tanta mi emoción, que me volví a subir y esta vez lo disfrute aún más
que la primera, fue fenomenal. Una gran noche, una gran experiencia que me
ayudará a vivir y a ser mejor en todos los aspectos, un viaje me espera, y
al final del camino habré de dar un salto a la libertad, para continuar en
la eternidad.

lunes, junio 6

ángeles...

Los ángeles son parte de nuestra vida diaria, son los guías que nos susurran
al oído que camino tomar, sin embargo siempre la responsabilidad de decidir
cual camino tomar recae en nosotros, ya que somos nosotros los que formamos
nuestro destino. Hay varios tipos de personas, los que le toman importancia
a las sugerencias, los que no quieren escuchar, y los que escuchan pero
pareciera que no hubieran escuchado, por que no creen en esa parte de si
mismos. Pero y ¿a qué viene todo esto?, todo esto lo comento por que tuve
una experiencia muy particular en la preparatoria, que me hizo sentirme
seguro de su existencia y protejido por ellos.

Todo sucedió, hace alrededor de un año y medio, en una tarde con escasas
nubes, un cielo anaranjado con matices violetas, las manecillas del reloj
detenidas justo antes de dar las siete. Todo parecía indicar que sería un
día normal, nada fuera de la monotona rutina preparatoriana. Un esférico
balón de fútbol volaba lado a lado en aquella cancha de cemento, una
inspiración por jugar lo mejor posible yacía en mi. Me dirijia a quitarle el
balón a un amigo cuando a poco menos de un metro de distancia entre los dos,
golpeó la pelota con tal fuerza, como si en ese preciso momento la gravedad
hubiese aumentado y hecho más pesadas las cosas, de tal manera que la pierna
hubiera hecho tal esfuerzo por mover y golpear el balon ante tal campo de
fuerza, que justo antes de pegarle al esférico, la gravedad hubiera vuelto a
la normalidad, logrando asi proporcionarle un impulso enorme a la bola para
que esta al iniciar su veloz trayectoria golpeara la parte más delicada del
hombre, así es, lo que tienes en mente, justamente en esa parte recibí el
impacto. Sentí como si yo fuera el Titanic chocando ante un enorme iceberg y
como poco a poco me iba hundiendo en el dolor, en un enorme dolor, perdí el
aire, no hallaba la forma de eliminarlo, sentía que tal vez habia perdido la
facultad de poder procrear y ser padre, en ese preciso momento, recé, pedí
ayuda, sentía que no podía, mis ojos se humedecian, y fue en ese instante
cuando me dí cuenta que mis plegarias se habían escuchado, sentí la
presencia de una persona que me miraba, la busque con mis ojos, y la hallé.
Bajaba unos escalones, era un señor con aproximadamente unos cincuenta años,
alguien totalmente desconocido para mí, y se acercó y me preguntó si me
dolía, por alguna razón confiaba en él, me sentía seguro, y le contesté que
si, me preguntó que si dónde había recibido el golpe, y le confesé que en la
parte más débil, en los testículos, tranquilamente se acercó a mi, y me
pidió que cerrará los ojos, todos a mi alrededor se quedaron extrañados por
mi conducta, por que como ante alguien extraño estaba permitiendo que me
estuviera tocando, pues puso su mano al lado izquierdo del ombligo. El
tiempo transcurría lentamente, el viento se encontraba estático, y justo en
ese instante, empecé a sentir como el dolor manifestado como una energía
comenzaba a viajar a través de mi cuerpo, subiendo lentamente de los
testículos hasta donde tenia su mano el señor, sentía tanta paz, en el
preciso momento que había dejado de dolerme me preguntó: "¿ya no te duele
verdad?", con gran asombro y mucho agradecimiento le dije que ya no me
dolía, le miré a los ojos, y me dijo "no te preocupes ya no te va a pasar
nada, sigue jugando, seguiré mi camino, nos vemos..."
Le agradecí su acto, y con una enorme sonrisa en mi rostro, voltié hacia mis
amigos y seguí jugando inspirado por un acto divino, agradecido con la vida
y con los ángeles que me cuidan. Y desde ese momento, noche con noche les
agradezco cada detalle que tienen conmigo, espero que un día tú lector
puedas experimentarlo, y puedas sentir mis palabras como yo he sentido el
momento. La vida está llena de amor y en ella hay magia, que sólo tú como
mago y como ser seguro de sus capacidades ilimtadas puede efectuar.
Seguridad ante todo, amor como fundamento y tus sueños habrás de hacer
realidad.

jueves, junio 2

cosmos

Fue entonces cuando lo comprendí todo…
Los pronósticos para aquel día fueron totalmente diferentes a los reales.
Desde las primeras campanadas a medianoche, en los centros religiosos, se
sentía el ambiente extraño. El día que apenas comenzaba no sería el mismo de
cada año. La niebla se esparcía en todo el mundo, los sistemas cayeron, el
imperio tecnológico era obsoleto e inútil. El viento gritaba a los siete
mares que elevaran la marea y cubrieran la tierra. El agua de los polos
terrestres inundaba las ciudades. Todo sucedía a la medianoche.
El amanecer galáctico se hacía presente con los primeros rayos del sol, que
avanzaban entre las grandes nubes iluminando todos los rincones de la
Tierra. El suelo gritaba al viento que lo liberara de los grandes muros que
no lo dejaban respirar. Los grandes símbolos ideológicos caían uno tras
otro. El día del juicio había llegado, el tan esperado día por las
civilizaciones mayas, donde el hombre debería de elegir su destino, donde la
humanidad habría de tomar un camino.

El día del juicio había llegado…
¿Por qué habríamos de temerle al juicio?, si siempre obró a su beneficio la
humanidad. Escribo esto mientras observo la fotografía de la única persona
que me hizo ver más allá de lo que mis ojos percibían, la única persona que
me hizo ver a través del fuego de su mirar, las verdades del universo.

Retraté su rostro con recuerdos lejanos…
Sólo ha pasado una hora desde que salió el sol y renuncié a la idea de
poder estar algún día de nuevo a su lado. Siempre pensé en la posibilidad de
un nuevo y mejor mañana, pero siempre hubo un obstáculo que me detuvo. Se
han de preguntar ¿por qué aún sigo vivo?, lo más probable es porque el lugar
donde estoy es tan sagrado como la Tierra misma.

Nada está escrito más que la vida misma…
Ahora en adelante el tiempo no existirá más que mentalmente y seremos
nosotros los que nos regiremos mediante ciclos naturales.
Camino a través de los escombros y observo el esfuerzo y sudor de miles de
personas que a través de siglos trabajaron intensamente. Con esto aprendo
que al morir lo único que nos llevamos son las experiencias y los recuerdos,
dejando atrás todo lo material. Entonces, ¿por qué nos pasamos la vida
entera luchando y entregando nuestro tiempo para conseguir cosas materiales,
si no las llevaremos con nosotros?

Afuera, ¿Qué buscas afuera, si todo está dentro de ti?
Me es difícil creer lo que ven mis ojos, me es difícil imaginar qué será de
nuestro mundo el día de mañana, pero más difícil me es entender qué fue de
nosotros el día de hoy.
Hemos sido señalados culpables por los cargos de acabar con todo y de
corromper las leyes de la naturaleza. Hemos sido señalados culpables por
acabar con los de nuestra propia especie. Hemos sido señalados culpables por
no vivir día a día el regalo más preciado de Dios. Sólo fuimos señalados
inocentes por los cargos de no amar a una persona.

Negar el amor, es negar la vida…
Ver a través de sus ojos, era como ver a través de lo invisible lo visible,
como ver a través de una cascada de fuego constituida por agua los
sentimientos, como ver a través de lo imposible lo posible, como estar
sentado en la arena con la luz de la luna y las estrellas, con el armonioso
sonido de las olas golpeando la partículas de tierra.
El deseo de estar junto a ella se volvió más intenso a cada momento y el
tiempo nos recompensó con sentimientos únicos, sentimientos que cambiaron
todo por dentro.
Si escuchar el silencio de las conchas me hubiera enseñado a interpretar el
suyo, la magia de los momentos no hubiera sido la misma.

Dame vida el amor que tanto necesito…
El sol se encuentra en el cenit, las nubes a su alrededor se acercan
lentamente hacia él, el viento ha dejado de soplar, la Tierra ha calmado su
llanto, la marea se ha tranquilizado, el mediodía ha llegado y yo sigo aquí
en medio de los escombros esperando un milagro. Me siento tan solo, con gran
vacío y tristeza, que empiezo a desesperarme por querer ver a un ser, un ser
con quién pueda platicar acerca de las maravillas de la vida, mas espero no
volverme loco sin antes haberlo contado.

Amar sin ser amado, demuestra la grandeza del corazón…
Que bello es vivir y disfrutar del privilegio de seguir vivo, aunque, si la
vida se vive con amor ¿cómo vivirla si no hay nadie a quién amar?
El sol se ha ocultado, no hay luna ni estrellas, sólo nubes y brechas hacia
el infinito. Tengo miedo, mucho miedo, de que algún día pase todo esto, y el
caos corrompa al cosmos…y el cosmos corrompa a la vida y al amor…

29/Marzo/2004

el acantilado

Ahí me hallaba yo, sentado en aquella roca, en la punta de un acantilado. El
viento soplaba fuerte, y las olas chocaban cada vez más cerca de mí. A lo
lejos el Sol, ocultándose, y a la par la Luna surgiendo de entre montones de
nubes. El silencio en mi cabeza se volvía penetrante. En aquellos momentos
solamente existía. Con mi mirada fija al cielo, y mis manos agarradas entre
sí, expresando la necesidad de tenerla a mi lado. Con mi mente en otro
tiempo y espacio, reviviendo los recuerdos de vidas pasadas. Todo pasaba tan
rápido en mi cabeza, todo era tan raro. No recuerdo haber sentido tantas
cosas a la vez como ese día. Sólo recuerdo haber conocido a la esencia más
especial y única en el universo, mi soledad. Aquella inseparable esencia,
que nunca le brindé el tiempo necesario para conocerla mejor. Sin lugar a
dudas, ella siempre fue mi verdadera amiga, la que incondicionalmente estuvo
para mí, la que detrás de mi conciencia me apoyo eternamente a seguir
adelante. Era mi turno, me tocaba dar de mi parte, necesitábamos ayudarnos
mutuamente si queríamos seguir estando juntos.
Ahí me hallaba yo, dentro del cuerpo de un hombre sin esperanzas, esperando
a ser descubierta. La sangre corría lenta y suavemente a través de las
venas. El corazón destrozado y a la par el espíritu sumergido en llantos
intentando salir a flote. El cerebro regresando el tiempo y mostrando los
recuerdos de vidas pasadas, con el único propósito de mostrar que siempre he
estado en todos los tiempos y espacios a su lado. El aura con variaciones en
sus matices, modificando su energía. Creía haberme descubierto, mas no era
así, aún le quedaba un largo camino por recorrer.
Ahí estaba yo nuevamente, sentado en la roca del mismo acantilado, todo
volvía a suceder, todo era un ciclo. Lo curioso de cada ciclo era como me
iba conociendo más a fondo, y a la vez mi soledad se volvía el elemento más
importante. El tiempo, dejó de ser un factor influyente en mi vida. Había
aprendido tanto, desde que me senté en esa roca, que pareciera que todas las
vidas pasadas fueron pura pérdida de tiempo. Mi vida giraba en torno al
acantilado, era el lugar donde había evolucionado, donde había logrado
entender el porque de nuestra existencia. Me sentía preparado para viajar a
un nuevo mundo, a un nuevo mundo donde aprendería nuevas lecciones, y podría
seguir caminando a través del infinito camino de la perfección.
Ahí estaba yo nuevamente, dentro del mismo hombre, repitiéndole la misma
cinta, esperando a que comprendiera y recuperará otra vez su fe, una fe que
no estaba del todo perdida, una fe que había partido junto con ella.

El momento se convertía en algo mágico, todo sucedía como debiera de
suceder, todo era tan…tan celestial. De pronto, la marea se alzó, los
vientos soplaron fuerte, todo era un caos en el que yo me veía envuelto, me
encontraba en la mitad del océano elevado por alguna fuerza divina, todo
giraba a mi alrededor, todo era tan terrible a la vista, sin embargo, me
sentía tan lleno de energía, tan vivo…que en ese momento sentí haberme hecho
uno solo con mi soledad, había recuperado mi fe. Era tiempo del no tiempo,
era tiempo de volver a la civilización, de regresar a casa, de volver a la
biosfera de Namecumbawe.

El camino.

Fue difícil dejar aquel lugar, había sido mi hogar en la etapa más
importante de mi vida, fue el cruce donde encontré el camino que debía
seguir. Tenía en mente que no tenía ninguna prisa por llegar, y que el
camino podría significar tiempo para reflexionar. Las veredas por las que
emprendía mi marcha, se encontraban contaminadas por las constantes guerras
que hubo en el planeta, el aire que se respiraba era denso y era necesario
detenerse cada cierta distancia para recuperar las fuerzas perdidas por los
pulmones.

15/Jun/2003

armoniosa tempestad


Un pequeño as de luz penetraba por un pequeño orificio, iluminando el
abrumado rostro de una joven, que se hallaba recostada en la pared tratando
de sincronizar el ritmo de su desesperada respiración. Era difícil respirar
aire puro, el ambiente estaba lleno de neblina que sólo hacia recordar el
estruendoso ruido de los misiles y bombas que azotaban cada hora.

Es triste contar esta historia, pero más triste quedar callado. Mi nombre es
Völk Nirmaend y soy un descendiente de los seres humanos. Esta historia ha
sido contada por generaciones, mas no han entendido el verdadero significado
de ella, espero que ustedes lo entiendan.

La joven cansada de sentir la presencia de la luz en su rostro,
movió su cabeza hacia el otro lado, abriendo la boca para escupir polvo. Su
mirada, como dos soles enormes, hablaba por ella, aquella mirada llena de
fuego veía como su mundo caía lentamente por sus propios habitantes. El
brusco movimiento de su cálido rostro hacia el suelo, hizo caer sus
delicados rizos hacia enfrente, tapándole su mirada. De pronto, dejo de
entrar luz, el ruido ceso, el tiempo detuvo su marcha y el reloj de la vida
dio su último movimiento.
El cantar de los pájaros, la brisa a través del campo, la luz en
todos lados, hicieron del paisaje, un paraíso inesperado. La tranquilidad
del lugar emanaba por todos lados, la armonía que se sentía hacía vibrar el
alrededor. Una melodía empezó a sonar, y por fin la joven despertó de su
sueño. Lentamente abrió los ojos y un destello de mariposas salió de un
campo de flores.
Se cuestionó del lugar, no entendía que hacía en ese paraíso,
trataba de no creer que había muerto, sin embargo ya no deseaba irse del
lugar, era belleza pura lo que le rodeaba.
Tras haber admirado el horizonte por un largo tiempo, la joven se
levantó, provocando que sus rizos tambalearan hacia los lados y que sus ojos
destellaran una imagen del paisaje. A lo lejos se alcanzaba a divisar un
cálido hogar, donde otros seres compartían sus vivencias y formaban algo
único de esa raza, la familia. Mientras caminaba hacia el hogar aún dudaba
de su realidad, no entendía por que había estado sufriendo y de pronto había
despertado en ésta, su nueva morada.
Las carcajadas, algo único de esta especie, no se hacían esperar;
a lo lejos tres pequeños que jugueteaban con una perrita no paraban de reír.
La joven avanzó lentamente y repentinamente hubo destellos de imágenes de
terror en su mente, atemorizándola y causándole que se desmayara antes de
llegar. Los niños corrieron asustados por la escena nunca antes vista, y el
padre salió con la escopeta bien cargada, como símbolo de protección para su
familia. El hombre la levantó del suelo con tanta ternura, como si fuera su
hija, que su cabeza quedo recostada sobre el hombro.
Las caricias de una pequeña, que se encontraba a su lado la
hicieron despertar. La joven abrió lentamente los ojos hasta encontrarse con
los de la niña. Se desconcertó, al notar que se encontraba enfrente de ella
misma, pero sólo fue un pensamiento que le despertó la imaginación.

En ocasiones me preguntó el por que de nuestra existencia, la razón de
nuestros errores y por que todo es una armoniosa tempestad. Nunca he llegado
a descubrir la solución a mis preguntas, sin embargo sé que no tengo
necesidad de saberlo por que esa respuesta sólo la obtendre cuando llegue a
mi destino, al final de mi existir.

Todo oscureció repentinamente, el dulce cantar de los pájaros
acabó, el suave tambaleo de las flores terminó y fue cuestión de unos
segundos para que la joven volviera a su realidad, a esa tormentosa realidad
que hemos creado, y que es decisión de nosotros volverla alegre y tranquila.

De sólo imaginarme lo que sería ver a mi planeta, al lugar donde nací y
crecí, de donde vienen mis únicos recuerdos, ser destruido no podría
soportar la impotencia provocada por el hecho, y sería capaz de todo.

Un resplandor de luz azul, proveniente de afuera, despertó a
la joven que con la poca energía que le quedaba se levantó lenta y
cautelosamente para no lastimarse. Empezó a caminar, con la frente hacia
abajo y su espalda encorvada como la de un anciano. Llegó a la puerta que se
encontraba toda rota y con empujarla suavemente cayó al suelo. De pronto se
escucharon gritos por todos lados su cabeza se inundó de ruidos y sentía
como si le dieran punzadas en la parte trasera de su cabeza. No resistió más
y cayó al suelo, desesperada se golpeo una serie de ocasiones la frente con
el suelo, hasta dejar de escuchar ruidos y dejar de sentir aquellas
punzadas. La entrada de la puerta daba hacia su rostro, por tanto ella podía
observar lo que sucedía afuera. De pronto pasaron en una serie de tanques
modernos un pelotón de soldados, gritando que ya era el fin del mundo, pues
había rumores que los países empezarían a utilizar bombas nucleares y
bacteriológicas. La joven observó claramente las miradas de los soldados, y
vio que ya no tenían esa esencia de los humanos, eran como simples robots,
haciendo lo que les corresponde.
Su mirada quedo tiesa por horas sólo viendo y pensando lo que
ocurría. Volteó hacia arriba y no encontró el tiempo necesario para
comprender el significado de la existencia, sin embargo, cuando volteó hacia
abajo si encontró el tiempo necesario para comprender los resultados de
nuestra existencia. Sólo quedaba ella en el pueblo en el que se encontraba.
La soledad era su mejor acompañante, había aprendido a vivir con ella misma,
a no tener necesidad de estar acompañado. Entendió que el camino que llevaba
la humanidad es el equivocado, pero que ya no hay tiempo para corregirlo, la
superficie del planeta estaba totalmente deshecha y sólo quedaban seres que
no sabían el daño que habían hecho. De pronto empezó una cálida melodía, una
melodía que nunca antes la había escuchado, era la melodía de la vida, que
ya estaba acabando y junto con ella la de los seres humanos. Repentinamente
ceso el ruido y todo quedo paralizado por unos segundos…la joven cerro los
ojos y pensó que ya estaba lista para irse del planeta, de pronto sólo
sintió como algo la levantó del suelo y como su cuerpo se convertía en
partículas que el viento se las llevaba. Por fin, podría descansar
eternamente y podría estar con sus seres más queridos. Y como último
pensamiento se dijo a si misma:
- Por fin he comprendido el por que de nuestra existir, el por que
de nuestros errores y el por que de mi destino…espero volver a tener la
oportunidad de poder vivir y aprender a estar con mi realidad…

Esas fueron sus últimas palabras, mas esas fueron las primeras palabras que
nacieron de su corazón y crecieron en su mente. El tiempo no existe, cada
ser tiene su propio ritmo y debemos aprender a vivir con él. Espero que
estas palabras hayan servido para no hacer la guerra con los demás sectores,
ahora sólo queda escuchar su decisión.

20/Nov/2002