sábado, septiembre 10

divagando...

Siempre que me siento frente al monitor a intentar escribir algo, primero
trato de identificar cual es el sentimiento que quiero transmitir, si es un
sentimiento apto de transmitir, es decir, si es benefico para alguien que lo
lea o si lo perjudicara el leerlo. Sino logró identificarme con un
sentimiento, comienzo a poner canciones de todo tipo, esperando escuchar una
en la cual yo me sienta en su misma frecuencia, una vez que la encuentro,
comienzo a procesar una lluvia de ideas que puedan reflejar el tema del que
quiero hablar, le doy vueltas a cada una de ellas, hasta encontrar una que
me sea original e interesante. Ya que la tengo, comienzo a desarrollar
mentalmente la linea principal y sobre ella a encontrar ideas secundarias.
Una vez que logró el bosquejo mental, simplemente me dejó fluir por el
tecleo de mis manos, y los parrafos empiezan a labrarse, hasta lograr lo que
buscaba en un principio: transmitir mi sentimiento en un conjunto de
palabras interrelacionadas. Por eso se vuelve tan dificil, continuar las
historias que dejó sin terminar, por que pocas veces vuelvo a experimentar
el mismo sentimiento que había en mí cuando escribía.

No hay comentarios.: